Para poder publicar un artículo científico en una revista, un grupo de investigación debe buscar financiación, que en la mayoría de casos acaba siendo pública, compitiendo contra otros grupos en el proceso. Una vez conseguido, existen, a grandes rasgos, dos modelos de publicar en revistas científicas prestigiosas.
Bajo el modelo cerrado, la persona autora del trabajo lo envía a la revista sin recibir absolutamente nada a cambio más que el prestigio que le otorga aparecer en dicha revista. La revista, además, controla el acceso al trabajo para que solo puedan acceder a él las personas con suscripciones anuales o aquellas que paguen por verlo, lo que termina dándole menor impacto al trabajo porque llega a un público reducido.
Bajo el modelo abierto, la persona autora del trabajo paga a la revista una tasa, que puede llegar hasta los 10.000 dólares en algunos casos, para que su trabajo sea de libre acceso y en consecuencia tenga la mayor difusión posible. Sin embargo, sigue sin recibir nada a cambio.